¿Es el sexo solo físico?

Por: Andrés Carrera

Uno de los mitos más grandes que tenemos en nuestro mundo del siglo XXI, es la enseñanza de que el sexo es solo físico.

Una y otra vez vemos en las películas y series de televisión, como simplemente se puede tener una relación sexual y seguir como que nada ha pasado, incluso cambiando de parejas frecuentemente sin que haya la menor repercusión, ni física, ni emocional.

Hace algunos días escuché al pastor Andy Stanley predicar sobre este tema y me quedé impresionado de como lo trató, así que decidí traer algunas de esas ideas y complementarlas con otras que he encontrado al respecto.

Lo primero que quiero hacer es destruir el mito y para eso, hacer unas preguntas que creo dejan el tema sumamente claro:

  1. Si es solo físico, ¿por qué es que el abuso sexual nos marca tanto? Si fuera solo físico trataríamos con el de la misma forma que tratamos una paliza, y la recordaríamos con dolor, pero no marcaría nuestra vida de la forma que un abuso sexual lo hace.
  2. ¿Por qué la violación es más devastadora para una mujer que una paliza? Si es solo físico, ella debería poder hablar de ello con menos dificultad, y todos sabemos que el nivel de vergüenza de una mujer violada es mucho mayor que el de una mujer golpeada.
  3. ¿Por qué mis máximos pesares tienen que ver con mi sexualidad? ¿Por qué cuando hago consejería y alguien se acerca a mí y me dice “le voy a contar algo que no le he contado a nadie más”, inmediatamente se que tiene que ver con algo de índole sexual?

Creo que con estas preguntas desbaratamos el mito de que el sexo es solo físico y dejamos ver de cuerpo entero la colosal mentira que se nos dice, y por qué este manejo de la sociedad está logrando devastadoras consecuencias en el plano físico y almática.

Para sustentar esta mentira y no tener que discutirla, los proponentes del mito nos dicen, que son las inhibiciones religiosas las que hacen que nosotros hablemos de que el sexo es solo entre dos personas que han decidido amarse para toda la vida.

Así que, miremos esta aseveración que solo nace de la ignorancia de como eran las religiones en el mundo.

Todas las religiones en el mundo, antes del cristianismo, han propugnado rituales que incluían prostitutas llamadas sacerdotisas o profetas, y tenían como parte de sus ritos la unión carnal del “feligrés” con una de estas mujeres.

Cuando el cristianismo ingresa en estos lugares paganos, se vio en la necesidad de aclarar que esto era pecado y que Dios estaba en contra de tales prácticas.

Como ejemplo, veamos lo que le escribió el apóstol Pablo a la iglesia naciente en una ciudad griega llamada Corinto:

“¿NO SABEN QUE EL QUE SE UNE A UNA PROSTITUTA SE HACE UN SOLO CUERPO CON ELLA? PUES LA ESCRITURA DICE: “LOS DOS LLEGARÁN A SER UN SOLO CUERPO”         (1 COR.6:16)

El apóstol empieza con la frase “no saben” porque efectivamente no sabían, así que les informa que cuando hacían estos cultos religiosos lo que estaban haciendo era unirse con la prostituta de tal forma que era como goma.

Imagínese la sorpresa de estas personas que pensaban que el sexo era solo físico, ellos no habían sabido la razón por la que Dios creó el sexo.

Cuando Dios creó al hombre y a la mujer, pensó en el mejor regalo que les podría dar, que refleje la unión, que El quiere tener con nosotros, y ese maravilloso presente fue el sexo.

Dios dijo le voy a dar al hombre una expresión de unión sublime, pero está hecho para ser tratado con cuidado, porque tan espectacular como puede ser, también puede destrozarlos.

Lo que Dios creó y que se llama sexo, está hecho para ser la expresión de unión especial entre dos seres humanos, que se aman, se cuidan, se respetan, se aceptan, y que por tanto expresan esa unión a través de la relación sexual.

Cualquier otra forma de usarlo es una vil imitación, que lejos de llenarnos nos vacían cada vez más.

Los dejo con una parte de la canción de Alberto Cortez que se titula “Quien Quiera Beber Conmigo” que dice que quiere compartir su alegría pero también su tristeza y en la parte pertinente dice lo siguiente:

“La alegría del que tiene un solo amor y le alcanza, a quien entrega desnuda la devoción se su alma, y la tristeza por aquellos que siempre cambian de cama, queriendo llenar su vida, consiguen solo vaciarla”.

¿Se puede ser más claro que esto? No lo creo

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